sábado, 31 de diciembre de 2011

Vestido Imperio de Baile

Supuestamente los trajes de esta época son fáciles de hacer, pero si no se tiene claro desde antes de empezar qué patrón seguir y cómo enlazar cada pieza puede resultar lioso o quedar mal.


Yo decidí crear el patrón desde cero con mis medidas, aprovechando que ahora tengo algunas mínimas nociones sobre costura, y decidí que el mismo constaría de cuatro partes: 1 delantera, 2 laterales y 2 traseras.


El boceto del traje es el dibujo de la izquierda, más de estilo imperio francés que de regencia inglesa.


El patrón es éste:




Me quedé algo corta con los tirantes, pero es algo que se puede corregir en el mismo patrón añadiéndole con celo más papel.


Primero corté sobre la tela del forro, principalmente porque en esta ocasión me compré una tela más cara de lo que me suelo gastar yo (máximo 5 euros el metro) y no quería estropearla, además de que con ella no podía equivocarme ni un milímetro ya que tampoco tenía mucha. Así que como el forro me salió muy barato (50 céntimos el metro) y tenía mucho, probé primero con él.


Cosí las piezas y a probar. Me venía como un guante, ¡el patrón había funcionado! Así que ya estaba lista para cortar sobre la tela buena.
El vestido tiene dos capas. Una base como de raso, y una sobretela de tul bordado (mi mayor temor). Así que tenía doble trabajo para cortar el patrón.


Una vez las 5 piezas cortadas (10 juntando las dos telas), junté cada pieza de cada tela con la correspondiente y las uní todas, como en la foto:




La parte de delante debía tener un fruncido horizontal, así que antes de ponerle el forro, hice el fruncido a máquina. ¿Cómo? Pues de una forma rápida y muy fácil. Para las asiduas costureras será algo obvio, pero para mí fue todo un descubrimiento.
Se baja la tensión del hilo en la máquina de coser, y se elige la puntada normal y más grande. Se cose por donde irá el fruncido, en mi caso, hice 3 pasadas paralelas y se saca la prenda de la máquina sin rematar.
Luego se estira de uno de los hilos del extremo que quedan y ¡voilá! Se te va frunciendo todo. ¡Es genial y tan rápido!
A continuación, llegó la hora de unir la pieza entera con el forro, que también era una pieza entera en sí mismo. Costura con costura y primero hilvanando para comprobar antes de coser que todo queda bien bonito. Y si cada pieza ha sido bien cortada, las costuras tendrán que coincidir:




Ahora el turno de las mangas de farolillo. Éste es el patrón que seguí y que ya tenía de otro traje.




Las mangas tienen su historia aparte.
Tela de raso tenía de sobra pero del tul no. Del rectángulo de la tela del que había sacado el cuerpo tenía que sacar también las mangas porque de lo contrario, no tendría tela para la falda.
Y el problema era que de ese rectángulo sólo me quedaban retales, ninguna pieza grande que abarcara toda la manga.
Por suerte, mi idea de la manga era que el tul no la envolviese toda, así que juntando retales, y en esta ocasión, un poco a ojo, coloqué los retales sobre la pieza de raso ya cortada para unirlas.
Resultado:


En teoría, el cuerpo ya estaba terminado. Quise añadirle encima del fruncido de delante algunos motivos decorativos para recargarlo algo más, así que esto lo hice antes de juntarlo con la falda.




La falda interior (la de raso) consta de dos partes de forma trapezoidal cada una. La de delante, que irá sin fruncir, por lo tanto más estrecha, y la de detrás, que tendrá fruncido en la espalda.


Aquí se me presentaba un problema estético. Puesto que la falda ha de tener un abertura trasera para poder entrar una misma dentro del traje, cómo realizarla para que pasara desapercibida. En el metro, se me ocurrió lo siguiente:




Las tablas de la parte trasera esconderán la abertura, al menos en teoría; en la práctica espero que también. 




Luego con un corchete o similar escondido se cierra la falda.




Y aquí también había que coser el raso y el tul juntos al cuerpo.


Después de juntar el cuerpo con la falda, le añadí la pasamanería blanca que se ve en las fotos.
regency dress

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Libro-Bolso

Una de las cosas a las que he estado dedicando mi tiempo libre ha sido la confección de este bolso de mano-libro.

La idea la tomé de un bolso que llevó Natalie Portman a la premiere de El Cisne Negro y me pareció una idea muy original.

En la práctica, este tipo de bolso-libro es de gran utilidad para una reunión de época, porque te sirve tanto para guardar el móvil, monedero y pañuelos (lo mínimo) como para usarlo de atrezzo.

Se necesita:

- Libro de tapa dura
- Cútex (yo usé uno de esos estilo bisturí)
- Cola de pegar (yo compré una que pegaba tanto papel como tela)
- tela para forrar el libro (la mía era de patchwork)
- lapiz y regla
- utensilios para coser (hilo, máquina, etc)

Lo primero es buscar el libro. Yo encontré en una librería de segunda mano esta maravilla de libro. Por la cubierta pensaba que sería más viejo, pero se trata de una edición de 1990 de una novela negra así que me dolió menos destrozar su interior. Por supuesto, ni se os ocurra hacer esto con primeras ediciones de 1847 :D


Empecé por pegar con cola mezclada con unas gotitas de agua las hojas del libro por fuera. Varias pasadas a conciencia para asegurarme de que el pegamento se infiltre por cada hoja.


Una vez hecho esto, le puse peso encima y lo dejé secarse durante toda la noche


Pasada la noche, todas las hojas forman un bloque homogéneo, que no se despega, os lo aseguro.


Con una regla y un lápiz, tracé las líneas por las que cortaría las hojas, como en la imagen de abajo. Yo dejé 1'5 cm de margen derecho y 1 cm en el superior, inferior e izquierdo.


A continuación, con el cútex a cortar siguiendo las líneas. Esto es lo más laborioso y que necesita más paciencia, que vas perdiendo a medida que quedan menos hojas. Lo ideal es que quede cada lateral recto, pero eso es cuestión de mucha maña y práctica.


Cuando hemos llegado al tope que nos habíamos propuesto (yo dejé sin cortar unas 50 páginas por debajo para tener una buena base), pasamos el pincel con cola por el interior de las hojas ya cortadas, y de nuevo se deja secar durante muchas horas (toda la noche en mi caso).

Mi idea inicial era cerrar el bolso-libro con un imán. Así que en el bloque derecho de hojas corté con el cútex un círculo para introducirlo. El imán se puede sacar de unos auriculares que no sirvan. La idea era en principio buena, pero en mi caso no ha funcionado porque el imán no tiene fuerza suficiente para mantener unida la tapa ya que por el forro de la tela no cierra bien.


Y ahora viene lo más laborioso: forrar el libro. La imagen de abajo es el esquema de las piezas usadas.


Se introduce la tela dentro del libro y con el jaboncillo se marca el rectángulo de la base. Se mide también el alto de los laterales.


Para la pieza de unión de la tapa, se pone el libro como en la imagen de abajo con la máxima apertura que queremos que tenga nuestro bolso-libro, y se marca con el jaboncillo.


Se cortan 4 piezas, ya que las dos definitivas son dobles para que por ambos lados se vea el derecho de la tela y quede más bonito.


Todas las piezas cosidas juntas queda más o menos esto (imagen de abajo). Yo añadí un pequeño bolsillo que iría en la tapa.


Yo empecé a pegar la tela por la base del libro. Y manchándome los dedos con pegamento para que quedara todo bien ajustado fui pegando el resto.


Y éste es el resultado.


Conclusiones:

La idea del imán tenía potencial, pero no funcionó por no haber pensado que la tela impediría que el libro cerrara bien, con lo que la fuerza del imán no sería suficiente.
Una solución para evitar esto habría sido cortar las primeras páginas del libro (unas 20 más o menos), porque así habría espacio suficiente para la tela sin que impidiera el buen cierre del libro.

He pensado en otro tipo de cierre así que cuando lo tenga, postearé la foto.
Pero en general he quedado bastante contenta con el resultado.

Éste es el nuevo cierre: